ALLÁ POR LOS 80…LOS 2 JAUME´S CIURANA 

Justo este año 2021 en agosto, hará 40 años que llegamos al Priorat, Montse, Sara, Núria, Adrià y yo mismo (Jordi nacería más adelante). Veníamos de Sant Cugat, del área de la metrópolis donde teníamos posibilidades y ofertas a manos abiertas, pero íbamos buscando el calor de la naturaleza. Yo, que nací y viví en el campo hasta los veinticinco años, era como volver a mis orígenes.

En el año 1981 me ofrecieron la dirección del entonces llamado colegio Sant Pau. El actual director era el padre Jaume Ciurana que se tenía que jubilar y necesitaba un sustituto. Este reverendo había promovido una asociación de padres y habían fundado la escuela. Comprendía el área de primaria de 1º a 8º curso y el área de formación profesional de 1º y 2º grado con distintas especialidades.

Hace 40 años Falset y el Priorat no eran como ahora. Los pueblos de la comarca contaban con poca gente joven y éstos iban a trabajar a Reus y Tarragona. Ni la uva, ni la avellana, ni la oliva se pagaban suficientemente bien para que saliesen las cuentas. Y, claro, la gente mayor se iba haciendo más mayor, los cultivos se abandonaban y la poca gente joven se iba a la ciudad. Las escuelas de los pueblos estaban cerradas por que no había suficientes niños.  Fue éste el panorama que nos encontramos en llegar.

El colegio Sant Pau era una oportunidad para los adolescentes de poder aprender un oficio, se podía estudiar agraria, administración, mecánica, electricidad, y electrónica. El Padre movió cielo y tierra para tirar la escuela adelante. Más tarde, “el otro” Jaume Ciurana, quien era entonces presidente del INCAVI hizo los posibles por incluir la especialidad de Viticultura y Enología de 2º grado. Eso fue muy interesante para los chicos de la comarca que eran hijos de viticultores, pero también interesaba en general ya que en España no existía esta especialidad en grado superior de formación profesional, y para cursarla se tenía que ir a Francia.

Jaume Ciurana estaba unido a Falset porqué su familia era de aquí y tenía interés en promocionar la comarca. Lo conocía bien, él me explicaba que si se crease la escuela de Enología en Falset daría un prestigio a la comarca del Priorat, que ya era conocida como clásica en la elaboración de vinos, pero de vinos a granel. Los negociantes franceses y algunos españoles compraban los vinos, principalmente, para mezclarnos con los suyos y augmentar el grado y el color. Decía que era la escuela se podría utilizar para aprender a hacer vinos de calidad y embotellarlos, que la uva ya tenía la calidad excelente. Eso podría dar una mayor riqueza al Priorat y a la vez, a todos los vinos de Catalunya. Jaume Ciurana lo veía claro. Lástima que se murió antes de tiempo y no pudo ver lo que él ya pronosticó.

Con el reverendo, en el año 1982 visitamos la escuela de bodegueros de Requena, que daba contenidos de viticultura y Enología, pero a nivel de primer grado, y nosotros empezaríamos con el segundo grado. A mí me interesó mucho, ya que era una especialidad muy adecuada para la zona y en la escuela haríamos todo lo posible, y además, para que tuviese una gran influencia en la comarca. Y de hecho, así ha sido.

Se construyó una nueva nave de bodega de elaboración, bodega de crianza, laboratorio, y sala de cata. Y empezó a preparar todos los requisitos para empezar el curso 83/84. Se contrató a un enólogo y un ingeniero agrícola, debido a que Montse y yo no teníamos ni idea de esta especialidad y nos pusimos a estudiar mucho, dedicando muchas horas diarias, levantándonos muy pronto y acostándonos muy tarde. Sobre todo, estudiando enología.

Durante los dos primeros años de la escuela nosotros dos dábamos química y física a los alumnos de todas las especialidades: enólogos, administrativo, mecánicos y electricistas. A partir del tercer año ya cogimos toda la responsabilidad de viticultura y enología, dando todos los contenidos.

El presidente del INCAVI Jaume Ciurana hizo un convenio con el colegio para dar un servicio de análisis oficiales de vinos, dependiendo de la Estación Enológica de Reus, y una asesoría técnica a las cooperativas de Terra Alta, Ribera d’Ebre y Priorat. Así, INCAVI, además de hacer posible la ampliación de una nueva especialidad, ayudó económicamente, aportando parte de nuestro sueldo, para nuestra dedicación a estos servicios.

Empezó una etapa muy y muy activa por nuestra parte que afrontamos con mucha ilusión, seguros de que se estaba gestando un futuro nuevo, aunque no imaginábamos toda la envergadura que ha cogido. Me atrevería a decir que la semilla la pusieron los dos Jaume’s Ciurana.

Montse Ovejero y Josep Lluis Pérez
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