EL PADRE JAUME CIURANA Y LA ESCUELA
El pasado lunes estuvimos en casa del Sr. Ignasi Puxeu. Quien estuvo vinculado durante mucho tiempo con la Asociación Docente Priorat, y desde allí fue testimonio de primera mano del nacimiento de la Escuela de Viticultura y Enologia del Priorat y, en concreto, de la gran tasca que el Padre Jaume Ciurana desarrolló para crearla.
Conoció al Padre Jaume acompañándolo a Reus algún sábado, aprovechando sus viajes comerciales. En esos tiempos “pocos coches había”, recuerda. Nos presenta al Padre como un hombre “con un carácter muy fuerte (…) Con sus ventajas e inconvenientes. Se le puso en la cabeza subir el nivel cultural de Falset y comarca”. El Padre empezó con cursillos de paleta y de electricista para el Patronato de Promoción Agraria y de Trabajo, allí donde había la Asociación Musical, detrás de la Iglesia. En su día, una sacristía pequeña y descuidada. A raíz de hacer los cursillos, se fue arreglando hasta construir la nave actual. Aunque desde el Ministerio querían que se derrumbase, ya que esas obres estaban consideradas como prácticas para los alumnos. Puxeu nos explica: “Y él se fue a Madrid, en tiempo de Franco, a ver un ministro, me parece que era Torcuato, y le dijo: mire aquí hay las fotos de cómo era antes y tal y como está ahora. Y le dijo: ¿qué tenemos que hacer? ¿Tirar esto al suelo?” Y, palabras textuales del padre Ciurana, “este ministro me mira y dice: usted lleva sotana… yo, a usted no le he visto y todo lo que me han mandado no lo he recibido, por lo tanto, que haga lo que quiera”
El Padre reunió la asociación y les dijo que necesitaban dinero, necesitaban una sede de verdad y organizar más cursos, llegar a más gente. Era el día de San Esteban de 1961 y se reunieron (de 20 en 20 en diferentes reuniones) hasta reunir 158 personas comprometidas a pagar a fondo perdido 5.000 pts. Seguían haciendo cursos en la abadía y en la escuela de música… y después secundaria… Buscaron donde ubicar la escuela (primero se pensó en el Castillo) pero el “Sr. Miquel Puig Cardona, un buen falsetano, de los mejores, porqué yo le he conocido comercial y particularmente, una bella persona”, dice. Le ofreció los terrenos actuales: “No sufra Mn. Jaume, allí en la masía… coja los terrenos que le convengan, vaya allí y escojan. Olvídense de Castillos”
Y así empezó todo, un presupuesto de 6,5 millones de pesetas, reuniones con la consejería para subvenciones, préstamos (firmados por los mismo socios): “La asociación, 25 socios (uno de ellos fui yo), firmamos un crédito por 2,5 millones. Que son pesetas, en ese tiempo… eran bastante dinero”. Y todo fue siguiendo su curso hasta que se quiso empezar con la formación profesional agraria en los terrenos de delante (que se compraron por 500.000 pesetas) pero no tuvo éxito, al principio. Hasta que se plantó viña y esa formación agraria se planteó como formación profesional de viticultura y enología. Se reunió con el Sr. Carol (consejero de Agricultura en Falset), delegados diversos de agricultura… desde la Generalitat se apostaba por hacer una formación de capacitación agraria, pero la asociación tenía claro que quería una formación profesional.
El Sr. Jaume Ciurana Galceran, presidente del INCAVI y enólogo de profesión (y originario de Falset), estuvo de acuerdo en que Falset tenia que aspirar a eso y mucho más. Falset estaba a caballo de Tarragona, Terra Alta y Priorat y, la formación profesional de ese tipo era muy necesaria. Gracias a él, la escuela salió adelante y pudo ofrecer esa formación de 2º grado con profesores como Josep Lluis Pérez y su mujer, Montse Ovejero. “Porqué aquí solo se habla de Josep Lluis Pérez, pero Montse Ovejero, a mí me consta que dentro del laboratorio y dentro de las clases, fue la sombra pero hizo mucho, mucho trabajo” comenta.
Llegaron tiempos muy buenos para la escuela y para Falset, venían de todas partes a seguir esos estudios. Se amplió la escuela con una nave especialmente diseñada para esos estudios, un lugar donde seguir todo el proceso de hacer el vino. Los terrenos también los cedió el Sr. Miquel Puig Cardona pero se tuvieron que pedir más préstamos para la su construcción (20 millones, era el presupuesto: una subvención de 5 y créditos, firmados por la asociación de nuevo). Y todo iba bien, pero…
La Universidad de Tarragona ofreció una especialidad de viticultura y enología, ampliando la oferta en este terreno, la Generalitat exigía que la escuela ofreciera más formación de primero y de segundo grado. Y todo ello era inasumible para la asociación y para el mismo centro. “Con el padre mayor, tenía ganes de jubilarse, y yo, viendo los números” Llegó el momento de pedir al que el Departamento de Agricultura se hiciera cargo de la escuela. Pero no querían o pudieron… nunca se sabe cuándo la política entra en el juego. Y se pidió ayuda al Ayuntamiento, “Y así se terminó todo. La escuela tuvo mucho éxito, pero murió de éxito».
El Sr. Puxeu remarca que la escuela supuso un cambio para Falset y comarca, el nivel económico de la gente aumentó. “Antes había restaurantes donde se comía mucho y barato. Más adelante vino lo de, es caro pero muy bueno.”
Le preguntamos al Sr. Puxeu de dónde era el Padre y nos dice que era de Arbeca. Tenía las fincas allí y las vendió. “Primero llevaba manzanas de sus fincas para el colegio. Después se las vendió y puedo constatar que fue para la escuela.” Dio mucho para la escuela, incluso su sueldo. Nos explica que durante los primeros años de la escuela cuadraban los balances de esta manera porque la parte del parvulario siempre era deficitaria. Más adelante, ya no hubo suficiente con su sueldo y se pidió dinero a diferentes departamentos. Gracias a Jaume Ciurana Galceran se ayudó a la escuela desde muchos departamentos de la Generalitat, y fue de mucho agradecer ya que era un momento en que la administración no tenía dinero.
Y acaba sonriendo y dice: “Felizmente se acabó bien. Porqué hoy hay el Instituto que trabaja bien”. Y no es necesario ir a Móra, porque desde el departamento de Educación la opinión generalizada siempre fue que los alumnos de Falset fuesen a Móra. Tanto por parte del Padre Ciurana, como por parte de la Asociación es lo que siempre se quiso evitar y lo que permitió que Falset tuviese, y tenga, Instituto propio hoy en día “lo justo y los alumnos para Móra”
Muchas gracias por el trabajo y por el esfuerzo dedicado.