¿POR QUÉ CULTIVAMOS ARÁNDANOS?

Hace unos años, a raíz de observar la dificultad de obtener permisos para nuevas plantaciones de viña, pensé en que en el Priorat había todavía muchas hectáreas de bosque, procedentes de conreos abandonados, y que en la actualidad no servía para la explotación de ningún cultivo rentable y que, a la vez, eran un peligro para los incendios en la época de verano.

Pensé que estas zonas abandonadas se podrían utilizar para potenciar la belleza del conreo de la viña, ya que si estos bosques abandonados, cambiásemos el sotobosque de aliagas, romero, coscojas…, por plantas productoras de frutas del bosque, como los arándanos, moras, frambuesas u otros… convertiríamos los bosques abandonados en jardines rentables. Y cuando las visitas que vienen a probar nuestros grandes vinos y conocer los viñedos donde se producen, les mostraríamos también, que aquí los viticultores, además de cultivar la viña de una manera sostenible, también somo capaces de hacer rentables las zonas abandonadas transformándolas en pequeños cultivos complementarios.

Actualmente, los arándanos se están poniendo de moda porqué es una fruta muy saludable que aporta nutrientes que refuerzan el sistema inmunitario, además de tener muchas otras propiedades más. ¿Por qué, entonces, los tenemos que importar de Chile o Huelva si los podemos producir aquí, ahorrándonos el transporte?

Trabajamos la idea y, claro, primero teníamos que saber si este cultivo en el Priorat era viable.

Con tal de ponerlo en funcionamiento, lo primero que hicimos fue recabar toda la información posible sobre el cultivo. Empezamos explorando internet y allí, entre otras muchas cosas, encontramos el contacto de un técnico del SERIDA (Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario de Asturias), responsable de la investigación que hacía unos quince o veinte años habían empezado a estudiar la explotación de los frutos del bosque, pero sobre todo, los arándanos, para posibilitar su cultivo en aquella zona. Hicimos un viaje para ver las explotaciones experimentales, con tal de informarnos sobre la posibilidad de poder hacer extensivo, en el Priorat, lo que ellos hicieron en Asturias.

Su disposición y colaboración ha sido muy positiva y nosotros les hemos visitado tres veces más. Así pudimos empezar el 2017 la explotación de arándanos en el Priorat.

Ahora estamos estudiando su viabilidad, porqué es un cultivo un poco especial que necesita de unas condiciones de conreo muy concretas y determinadas. A la vez, y de aquí a un tiempo, veremos si es un cultivo rentable económicamente en esta zona.

Hay otra cosa que hemos descubierto cuando empezamos su comercialización, que es la relación que hay entre el grado de madurez y la calidad. Todo el mundo sabe que la calidad óptima de la fruta se consigue cuando la comemos madura, es el momento en que realmente disfrutamos de sus propiedades. Pero la anatomía y la fisiología de esta planta hacen difícil su recolección.

El arándano es una inflorescencia (como las uvas) pero que, en este caso, cada grano madura independente de los que tiene a su alrededor. Eso se traduce en que se tienen que ir escogiendo y cogiendo grano a grano. El color azul marca el inicio de la madurez, pero no la madurez óptima y para poder coger los arándanos maduros óptimamente, tienes que haber probado muchos, con mucha paciencia y ganas.

Normalmente, este producto lo producen y lo comercializan grandes empresas internacionales. Estos grupos tienen explotaciones muy extensas que, a la hora de coger, alquilan mano de obra temporera. El coste principal y mayoritario en este conreo, es su recolección y para rebajarlo lo tienen que coger lo más rápido posible. Antes ya hemos comentado que para que los arándanos sean buenos y expresen todas sus características, tienen que estar maduros. Y eso no es tan fácil de conseguir cuando se tienen que coger muy deprisa. Es por esta razón que es difícil encontrar arándanos dulces en el mercado.

En contraposición a eso, los pequeños productores sí que pueden hacer las cosas bien hechas. Lo hemos visto con la viña aquí en el Priorat, las extensiones no son demasiado grandes y el productor trabaja para él y hace un producto de calidad. Así se ha podido valorizar la tierra. Y los arándanos pueden ser una oportunidad para complementar los ingresos de la uva, del vino o de otros cultivos.

Hay que pensar que, en el Priorat, se puede vivir muy bien de la agricultura, siempre que produzcamos poco y, especialmente, bueno y de calidad.

Hoy en día solo puede ser payés quien tiene la facultad de aportar riqueza a los cultivos.

Josep Lluís Pérez

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